Felipe MuñozVestido con una capa roja y unos pantalones de cuero, al más puro estilo roquero, el concierto de Steve Vai en los conciertos de Viveros de Valencia iniciaba con el tema Avalancha, la sexta canción de su nuevo álbum Inviolate. El guitarrista estadounidense, haciendo alusión al título arrasó desde un inicio con su música para al final de dicho tema, hacer levantar a buena parte del público de sus asientos en un fuerte espectáculo lleno de luces e imágenes en una noche calurosa en la capital del Turia.
En su actuación pudimos disfrutar de muchos de sus temas clásicos como Tender Surrender, Bad Horsie o For the love of God así como composiciones de su último álbum Inviolate, acompañado de grandísimos músicos como Dave Weiner, Philip Bynoe, Jeremy Colson, músicos con una larga trayectoria que ya han tocado con Steve Vai durante muchos años.
Entre el intercambio de guitarras variadas que ofrecía como parte del espectáculo, algunas de ellas customizadas con luces en el diapasón, pudimos ver momentos más tarde a su inconfundible Ibanez JEM, un modelo que le acompaña desde el año 85 y al cual define como «lo mejor del universo».
Después de haber tocado el mítico Tender Surrender, comenzó a sonar Lights are on con un solo veloz de bajo eléctrico tocado por Philip Bynoe, en el cual utilizó la técnica slap, una de las técnicas más conocidas sobre el instrumento que sustenta el ritmo.
Maestro de la expresión con sus gestos y sus manos, Steve Vai siguió deleitándonos con su música frenética y su presencia en el escenario para tocar Candlepower, un tema con toques de blues y con mucho slap en la guitarra. Un tema aparentemente sencillo de escuchar pero con algunas escalas exóticas que se entremezclan con el mood blusero.
A este tema le siguió un espectacular solo de Dave Weiner, Building the Church y Greenish Blues, un tema lento con muchos cambios rítmicos y un solo épico como nos tiene acostumbrados Steve Vai. Con Bad Horsie, otro clásico del guitarrista, llegamos al ecuador de la actuación disfrutando de un gran despliegue de luces e imágenes.
Bajo el paraguas de una noche estrellada y una luna menguante, en el escenario de los conciertos de viveros, Vai bajó la intensidad en su tema con I’m Becoming para volverla a retomar progresivamente con Whispering a Prayer, Dyin’ Day y el tremendo solo de batería de Jeremy Colson.
Como colofón a una gran noche de rock y tras sonar Zeus in Chains y Liberty, Steve Vai se dispuso a tocar For the Love of God, creando un momento especial en la noche al invitar al técnico de monitores de la banda, sobre el cual explicó que es cantante de ópera, a cantar con él mismo sobre el escenario para deleite de los asistentes, que se levantaron de sus asientos para animar y aplaudir al dúo creado como final del concierto.
Finalmente, pudimos escuchar Fire Garden Suite IV Taurus Bulba como bis, canciones que fundieron a todos los asistentes en este concierto en Viveros en un gran aplauso y ovación hacia Vai. El músico, agradecido al público terminó saludando a este abrazado a toda su banda.
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