Hola, en este post quiero comentar algunas de las cosas que me molestan como profesor de guitarra. Y es que a todos nos disgusta algo de nuestro trabajo por muy pequeño que sea.
Pensarás que algunos comportamientos que menciono no serán para tanto y seguramente tengas razón. Pero cuando estos se repiten una y otra vez cada año y varias veces en un curso, sí que pueden llegar a ser molestos.
Quiero aclarar, por otra parte, que solo me refiero a las clases particulares. La relación que hay entre un suscriptor al cual le contesto por email y acabamos resolviendo dudas no tiene que ver con lo que sucede cuando tratas a un alumno en persona.
También tengo que decir que en el 99% de los casos esto que me irrita sucede con los niños (con los adultos es otro mundo) Por eso, si tienes hijos que va a clase de música y estás leyendo esto, haz que valoren la clase de música porque hacemos todo lo posible para que tus hijos aprendan.
Sin más dilación, vamos a ver cuáles son esas cosas que me irritan de mis alumnos:
1- Cuando te dicen que no lo entienden (y sí lo entienden)
«No lo entiendo» te lo puede decir cualquier alumno, quizás porque esté cansado pensativo o distraído.
Hay tres tipos de comportamientos en esta categoría, siendo el último el peor:
1- El alumno que no entiende y te lo dice con sinceridad. Notas que de verdad hace un esfuerzo por comprender.
2- El alumno que sabes que no lo ha entendido pero dice que sí por vergüenza. Con este alumno es importante que el profesor explique de otra manera aunque el alumno no lo pida porque sus palabras no concuerdan con sus gestos y eso lo notas.
3- El que entiende pero lleva una risa traviesa en los labios. Este es el pícaro, el que te hará repetir a propósito lo mismo para que pierdas tiempo de la clase. Este último es el comportamiento que me irrita, y aunque se ría y ponga cara de yo-no-he-hecho-nada tienes que armarte de paciencia.
2- Cuando te dicen «eso no es así»
Este es el alumno que lleva la contraria al profesor. El profesor es humano y se puede equivocar. Yo me suelo equivocar como es normal, soy humano, pero rectifico y no pasa nada. Sin embargo, con algunos alumnos puede ocurrir que expliques por ejemplo dónde está la nota DO en el pentagrama y a lo mejor te conteste:
«No, esa nota no es DO. Mi profesora de música dice que esa nota es LA» o «mi tío toca el piano y él me dijo que el do es aquí y no aquí». Así se pueden ir 3 minutos de clase, debatiendo sobre algo que seguramente la profesora o el tío le hayan explicado bien pero el alumno lo ha entendido mal.
3- Cuando se desafinan la guitarra
Este es el alumno que cuando bajas la mirada para escribir algo en tu libreta o miras hacia otro lado ya está moviendo las clavijas. Esto es más común que suceda con grupos de niños pero también me ha pasado en clases particulares de dos niños.
Cuando son varios también suele ocurrir que si un alumno está cerca de otro y el clavijero está al alcance de las manos de aquel, la guitarra acabe muy desafinada y el niño gritando «¡me ha desafinado la guitarra!».
4- Cuando se les cae la guitarra
No importa cuántas veces le digas a un niño cómo colocar una guitarra para que no se caiga, se va a caer de la manera más imprevista. Es entonces cuando la levanto del suelo y rezo para que no se haya roto nada.
En los casos más leves solo se hacen un rasguño, en los casos más graves he visto tapas con una raja de punta a punta y palas partidas. Un auténtico desastre.
5- Cuando se les olvida el material en casa
Esta es una de las cosas que menos soporto. «No me he traído el libro», «Me he dejado las partituras», «no sé donde están», «mi madre me las iba a guardar en la funda y no están» y así mil historias.
Esto es un problema porque en las partituras del alumno se escriben indicaciones, matices o se subrayan pasajes y cuando trabajas con un libro que no es del alumno no puedes escribir en él.
6- Cuando llevan tocando lo mismo durante 3 meses
En general, un alumno de inteligencia media puede progresar en la guitarra si le echa ganas, trabaja en casa y sigue las indicaciones del profesor.
Pero muchas veces no es así y a menudo te puedes encontrar con alumnos que no avanzan absolutamente nada. Y no importa si les das otra obra o si la simplificas porque te van a decir que no han tocado nada en casa en una semana.
Esto para el profesor es frustrante porque siente que pierde el tiempo y que lo que explica y prepara no sirve de nada. Además, estas clases suelen ser muy aburridas y poco estimulantes para ambas partes.
7- Cuando le dicen a todo «es que es muy difícil»
El alumno que repite esta frase es aquel al que todo le resulta difícil. Da igual si le pides que toque algo del mismo nivel. Todo le parecerá difícil. Es su frase favorita.
-Juanito, vamos a empezar a tocar…
-¿ESO? ¡Qué difícil!
Entonces se indigna por haberle puesto algo «difícil» y lo hará con desgana.
8- Cuando resoplan
Es el alumno o alumna que recibe indicaciones y resopla por todo.
-Recoge la goma
-pffffffff
– Saca las partituras
-pffffffffff
– ¿Por qué esta partitura está tan arrugada?
– Pfffff, no sé…
– ¿Qué canción te gustaría tocar?
-Pfffff me da igual
-¿Cómo estás?
-pfffffffffffffff bien…
Esto alumnos suelen ser muy apáticos y probablemente no estén apuntados a clase de guitarra porque quieran ellos sino porque quieren sus padres.
9- Cuando te dicen que no tienen tiempo o tienen demasiados deberes
Esta excusa también es muy común en adultos pero en los niños cada vez más. Es verdad que muchos niños están apuntados a actividades fuera del colegio (judo, natación, fútbol, ballet) pero eso no quita que puedas tocar la guitarra al menos el fin de semana por la mañana.
No obstante, sí tienen tiempo para jugar con el móvil, la consola o para ver la televisión. Y no digo que sea malo relajarse de vez en cuando, pero si ves la televisión 2 horas, al menos media hora sí que podrías dedicar al instrumento.
10- Pero..no todo es malo
Tengo que decir que no todos los alumnos son así y las cosas que me irritan no se refieren a ningún alumno en particular. Son comportamientos que encuentro molestos en todos los alumnos, ya sean alumnos sobresalientes o no.
Porque muchas veces no nos damos cuenta de que pueden haber tenido un mal día en el colegio, tienen problemas familiares o tienen mucho estrés. En definitiva, son más las cosas positivas que se pueden sacar de una clase de guitarra.
¿Y a ti? ¿qué te irrita de tu trabajo?
Excelente querido profesor!!!
A mi en lo particular me molesta la falta de concentración cuando se trabaja en grupo, hay que mantener una sola linea si se quiere avanzar, si realmente se quiere aprender.
Todas sus observaciones son bien recibidas y aceptadas.
Abrazos y bendiciones desde Venezuela.
Buenos días. Me parece muy interesante esta reflexión. Soy docente y estas reflexiones suyas las puedo usar con mis estudiantes, que todos son adultos. Muchas gracias.
Enseñar a alumnos desmotivados y obligados por sus padres es algo realmente frustrante. Yo como alumno adulto me sentí también totalmente frustrado cuando en las 10 primeras horas de clase, empezando desde 0 absoluto, me hablaron de anacrusas, intervalos, ritmo 6/8, acordes, acordes inversos, no sé qué de quinta justa y círculo de quintas. No entendí nada y a pesar de recordarle que partía de cero no me hicieron caso; abandoné, por supuesto, esas clases. Tengo la impresión de que muchos profesores de música son muy buenos instrumentistas pero dado que para trabajar en una orquesta de un mínimo renombre no es suficiente con ser muy bueno sino que hay que ser un auténtico crack, muchos acaban dando clases sin ninguna vocación ni preparación para la enseñanza y desmotivan a alumnos que sí podrían avanzar.
Hola Alberto, coincido contigo al 100%. Esto que comentas lo menciono en el post sobre cómo enseñar guitarra a niños, concretamente en el punto 7 que dice «La información no es conocimiento»
https://guitarrasinlimites.com/psicologia-y-consejos/como-ensenar-guitarra-a-ninos-las-mejores-practicas/
También se aplica a adultos.
Siento que hayas tenido esa experiencia.
Saludos